Hacía rato que no necesitaba tanto a mis amigos.
Después de la charla que tuve con Agos terminé hecha popó, y realmente no creo que hubiese podido seguir en pie si no hubiesen corrido a sostenerme. No me preguntaron el porqué de mi urgencia, simplemente acudieron a mi llamado.
Son únicos. Les debo todo.
Los amo.
Gracias por rescatarme, por estar ahí cada vez que pego el grito, por apoyarme y abrazarme, por secar mis lágrimas sin preguntar, por bancarme y aguantarme.
Les debo todo, en serio, son lo más importante que tengo amigos, no me falten.
Los amigos siempre nos entienden y nos dan fuerza. me gusta tu blog, te sigo. te dejo el mio por si queres pasar: www.corazondepomelo.blogspot.com
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